Desde la Acera

jueves, septiembre 14, 2006

LA CND Y SUS ECOS, CAE LA SEGUNDA VÍCTIMA

  • Que siempre no, el Grito en Dolores Hidalgo

  • Convivirán fuerzas armadas y AMLO

  • Marcelo Ebrard como damnificado

  • ¿Dónde está Calderón?


  • Por César E. Pérez

    Ahora que ya vienen los festejos por el inicio de la guerra de independencia de México, las fechas señaladas para el efecto se han convertido en un botín político, en un espacio de tiempo que por su significado reviste de una mayor importancia a todo lo que en su nombre y representación se genere.

    Así, tras haber sido derrotado por el sistema en las elecciones presidenciales de julio pasado, Andrés Manuel López Obrador convocó a la convención nacional democrática (cnd) con la intención de convertirse en la sombra del gobierno electo y señalar todos y cada uno de los errores en que este incurra.

    Pero, el movimiento, que empezó con una buena cantidad de simpatizantes, se ha ido desdibujando conforme los hechos políticos producto de los sufragios se fueron asentando y tomando su lugar, esto es, conforme los nuevos funcionarios elegidos han ido tomando posesión de sus cargos.

    La cnd representaría una oportunidad histórica de lograr cambios que son absolutamente necesarios para la mejor marcha del país, se podría convertir un el arma idónea que el pueblo podría utilizar contra los excesos del gobernantes y funcionarios, sería el semillero de ideas que inundara el desarrollo de la nación y el marcaje personal ante iniciativas que no fueran del todo beneficiosas y de dudosa manufactura.

    Para que la cnd fuera de ayuda, claro está, el convocante debe tener la intención firme de convertirse en una especie de árbitro de la vida nacional, en un supervisor de las acciones que se implementen y en un colaborador de las ideas que se ejecuten.

    Pero, al parecer, la idea de llevar la convención a niveles de verdadera trascendencia no forma parte del ideario de AMLO y sus seguidores, todo hace pensar que lo único que se persigue es perjudicar al adversario (sea quien sea) y convertirse en una molestia para quien tenga el, desde su punto de vista, el deshonor de ejercer un puesto de elección popular.

    En ese tenor, López Obrador y sus huestes han barrido con toda autoridad que se le ponga enfrente, lo mismo las desconoce que las manda al diablo, sin tomar en cuenta que también está afectando a los que, por lo visto, ahora considera sus ex correligionarios, pues ya hasta propone crear un frente amplio de izquierda, haciendo claramente a un lado al partido que precisamente representa esa tendencia, que es el prd.

    Se ha declarado la posibilidad de declarar a López Obrador presidente legítimo, jefe de la resistencia o presidente en rebeldía, de crear un gabinete espejo (o al menos en las carteras más importantes) al oficial y de iniciar un gobierno itinerante (tratando de emular a Benito Juárez) con centro operativo en el DF, lo que dejaría como damnificado a Marcelo Ebrard una vez que asuma le jefatura de la ciudad.

    Tendencias o no, presiones o no, lo cierto que la actitud cerrada que adopta AMLO y que ha propagado al partido del sol azteca, ya ha provocado su segunda víctima directa (recordemos que la primera fue la falta de discurso en el sexto informe de gobierno): El secretario de gobernación, Carlos Abascal, anunció que Vicente Fox dará el grito de independencia en Dolores Hidalgo, Guanajuato, y no la hará en el zócalo capitalino, dejando ese espacio para el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, que encabezará la ceremonia desde el Antiguo edificio del Ayuntamiento, aunque en realidad sabemos que ese lugar quedó para López Obrador.

    La estrategia podría haber resultado correcta si no existieran exabruptos, para variar, presidenciales de por medio. Fox había señalado, tras una invitación de las autoridades guanajuatenses, que si bien Dolores Hidalgo era la cuna de la independencia, el DF era el corazón del país y que nada ni nadie le haría suspender la ceremonia el 15 de septiembre, para que un día antes se indicara que siempre sí iría a donde nació la gesta heroica.

    Entonces, el zócalo para la convivencia de AMLO y las fuerzas armadas, la cnd para ungir a un gobierno itinerante, un país que con esto ha quedado hecho trizas y un Felipe Calderón que… ¿dónde está Calderón?

    martes, septiembre 12, 2006

    LA PRIMERA AMENAZA AL NUEVO GOBIERNO

    Por César E. Pérez


    Antes del inicio el enemigo estaba identificado, la forma de combatirlo era la disyuntiva, habría varios flancos para atacar pero se tenía que identificar el más efectivo.

    Para los integrantes del war room panista no había más opción que el ataque virulento y desmedido, anulando a lo ya practicado por el inquilino de Los Pinos, pues el adversario lucía formidable y al parecer tenía ya en sus manos la preferencia de la mayoría votante.

    Los aliados, empresariales, se sumaron al abanico de golpes y palabras, que hicieron mella en el oponente, al grado de bajar ostensiblemente el número de seguidores del hasta ese momento invencible representante del sol azteca, Andrés Manuel López Obrador.

    Llegó la votación, se desató la pelea, se impugnó, se agredió de cualquier forma, se trenzaron los principales contendientes en una lucha sin cuartel. Se bloquearon calles, se amenazó el desarrollo jurídico, se hizo un recuento parcial de sufragios, se lanzó una resolución final bastante dudosa y se fincó ganador definitivo e inatacable.

    Hasta aquí todo parecía llegar a su fin, pues en alianza pri-pan se limitó y acorraló al prd en el congreso de la (des)unión, pero llegó la primera amenaza antes de asumir la primera magistratura.

    De parte de de Oaxaca vino la advertencia, los 17 gobernadores del pri señalaron al aire: Si destituyen a Ulises Ruiz, el próximo en caer será Felipe Calderón, ahora presidente electo.

    ¿Qué les da el valor para señalar tal cosa?, ¿les hará caso Felipe?, ¿reiniciarán las concertacesiones, ahora al revés, con el pan en el poder?

    Y luego se espantan por lo que el prd se ve en la necesidad de hacer, la convención nacional democrática es una muestra que podría convertirse en algo más que una simple realidad virtual.