Desde la Acera

viernes, septiembre 29, 2006

2 DE OCTUBRE NO SE… ¿QUÉ?

Por César E. Pérez

Las fechas, los aniversarios, las conmemoraciones, en suma los recuerdos, han sido revestidos de un aura mágica, de poderes y presencias más allá de nuestro entendimiento, también quizá del alcance de los simples mortales.

Al tener un calendario frente a la cara, que nos arroje un día que encierre un evento calificado como de importancia nacional, estatal o local, la fecha adquiere matices titánicos y provoca las más variadas reacciones entre quienes se sienten aludidos.

Pero, también, hay espacios de 24 horas que cuentan con una escencia camaleónica, con un impacto que se acomoda a los intereses de quienes se apropian de la efeméride en cuestión y deja a la deriva el origen de su nacimiento, que en muchos de los casos se ha perdido en la oscuridad del tiempo y la ignorancia.

El año nos marca días, por mencionar algunos, como el 6 de enero, el 5 de febrero, el 21 de marzo, el 30 de abril, el 10 de mayo, etcétera, como fechas que no varían en su contenido sentimental y/o patriótico, mas otros como el 2 de Octubre han dejado de lado su espíritu original a base del continuo encimamiento de ideas y demandas.

Es justamente el 2 de Octubre un día que ha sido muy violentado en su contenido y significado, el empeño de un estudiantado harto de los excesos gubernamentales, las protestas pacíficas por lograr mejoras de fondo y no sólo de maquillaje, las propuestas de aplicación de los recursos para aumentar la calidad de la educación, el afán de libertad, han sido enterrados en un maremagno de intereses, políticos sobretodo, que dan el traste con la conmemoración, con la memoria, con la historia, dejando como resultado el vacío.

Es cierto, las fechas tienen su halo divino, su cúmulo de recuerdos y su generación de fuerzas, el problema es que los momentos más significativos nunca son los mismos.

Por eso, 2 de Octubre no se… ¿qué?

martes, septiembre 26, 2006

DE OAXACA AL DF Y DEL DF A GUANAJUATO,
¿DE MÉXICO A DÓNDE?

  • Sigue creciendo la violencia en Oaxaca

  • Amenaza APPO con inestabilidad al DF

  • ¿Quién abrirá la cortina?



  • Por César E. Pérez
    La inestabilidad ya está rayando en lo intolerable, la violencia está llegando a niveles de auténtica guerra interna, las autoridades han sido completamente rebasadas y sólo se dedican a tirar palos de ciego con la esperanza de dar mágicamente con la solución a los conflictos que se desarrollan a lo largo y ancho del país.

    El conflicto en Oaxaca, que ya está cerca de los 120 días de agresiones, ha dejado en entredicho la capacidad de los gobiernos estatal y federal para enfrentar este tipo de situaciones, siendo para el segundo una muestra más de ineficacia en el terreno de la seguridad y para el primero la consecuencia lógica del arribo de un régimen estatal después de elecciones muy cuestionadas.

    La huelga con la que habían iniciado los maestros de la sección 22 del snte, donde demandan retabulación y mejores condiciones laborales, se fue poco a poco degenerando, dando origen a la asamblea popular de los pueblos de oaxaca (appo) y su escalada de violencia, que extendió sus consecuencias sobre el periodista Ricardo Rocha (que fue agredido mientras realizaba su trabajo) y de pretender extenderse al Distrito Federal y repetir el caos que impuso la coalición por el bien de todos al servicio de Andrés Manuel López Obrador

    Por si algo faltara, el sector duro que simpatiza con Andrés Manuel López Obrador sigue cumpliendo su amenaza de sabotear las actividades de Felipe Calderón, a la sazón presidente electo de México, pues este mismo 26 de septiembre lo agredió (según información del diario El Sol de Mediodía) al estar presente en la toma de posesión del gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, haciéndolo huir prácticamente del lugar de la ceremonia.

    La acción antes descrita se suma a la ya realizada en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), cuando Calderón acudió a recibir su constancia de mayoría y ser declarado ganador de las elecciones del 2 de julio.

    Las reacciones oficiales han sido la cereza del pastel, mientras Alejandro Encinas, jefe de gobierno del DF, señala que a los appoistas se les darán todas las garantías para que realicen su manifestación de forma pacífica; Carlos Abascal, secretario de gobernación, indicó que se agotarán las capacidades políticas para alcanzar un acuerdo que deje a todos satisfechos, dejando la posibilidad al posible uso de fuerzas federales, pero no para reprimir, sino para garantizar la gobernabilidad (¿?).

    En cuanto a los ataque que Felipe Calderón recibe, nadie ha dicho nada, es más, el presidente Vicente Fox ya se ha declarado feliz de haber gobernado este país tan unido en la familia y señaló que dará gracias por ello a la virgen de Guadalupe, pero de la violencia que día con día va en aumento, nada.

    Que se resuelvan los entuertos en lo que se encuentra la nación dependen, más que nunca, de la aplicación de las leyes, de la justicia y de las penas a las que haya lugar, de lo contrario corremos el peligro de seguir viendo el crecimiento de las agresiones, de los juicios sumarios, de la pérdida de autoridad y, son ello, de la pérdida del país.

    No cabe duda que la cortina está cerrada, falta ver quién será el valiente que la abra y atienda a la clientela.