Desde la Acera

martes, septiembre 19, 2006

LOS TEMORES

  • Sigue el conflicto postelectoral

  • La parada militar, muestra de fuerza interna

  • AMLO también presidente

  • Calderón sigue sin aparecer



  • Por César E. Pérez
    "Entonces sucedió, el contrincante que se suponía más poderoso y firme en sus decisiones flaqueo, cuando su voluntad era estar en el corazón, tuvo que volver a los inicios, al lugar donde se sentía más protegido, a la cuna..." César E. Pérez

    Esta vez en la lucha que sostienen Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador por la notoriedad arrojó resultados inesperados, el equipo vencedor está formado por dos figuras, una que no llegó y otro que ya se va; el perdedor también tiene dos, uno que ya se va y otro que no se sabe cómo llegará, pero que tiene que llegar.

    Los festejos por la conmemoración del inicio de la guerra independentista se convirtió en una extensión de las elecciones, la afirmación que hacía el presidente sobre dar el Grito en el corazón de la patria y no en la cuna se fue por el caño, en una actitud que trataron de disfrazar como prudente realmente mostró el tamaño del miedo que el ejecutivo federal siente hacía el final de su mandato.

    El temor mostrado fue ampliamente remarcado al día siguiente, el 16 de septiembre, el ejército nacional fue embarcado en el conflicto postelectoral, al verse obligado a mostrar lo mejor de su armamento, lo más pesado y novedoso (como un ampliamente reportado fusil de asalto de nueva manufactura) en el tradicional desfile de independencia.

    La muestra de armamento dejo claro que la milicia está preparada para un conflicto interno, para intervenir en caso de que el ambiente social se desestabilice (lo que no sucede en Oaxaca, aunque se demande una intervención más decidida).

    A querer o no, el temor a que las fuerzas armadas puedan intervenir en un momento en que no se ha llegado a la violencia, hace que la confianza en las instituciones se desmorone, en una población inmersa en la incredulidad.

    El que se haya desarrollado la parada militar sin problemas y con la presencia del presidente no aflojó la tensión, debido a la obcecación del ex candidato de la coalición por el bien de todos de creerse primer mandatario de la nación, al aceptar el nombramiento en una aparente reunión democrática, que estaba más preparada que un coctel envasado de fábrica, señalando que asumirá el cargo el 20 de noviembre.

    La convención no fue sino una tomadura de pelo, en el que el calificativo era lo de menos, lo importante era hacerse del liderazgo de un grupo que cree firmemente en que con AMLO habrían de alcanzar mejores oportunidades de desarrollo.

    Nada garantiza al país que durante el mandato de Felipe Calderón mejorará la situación económica y de seguridad en la nación, pero también nada garantizaba que López Obrador sería la panacea de nuestros males.

    La pelota sigue en juego, el ejército está alerta, AMLO sigue en su batalla personal con Fox, los congresistas del prd empiezan a negociar con sus pares de oposición mientras amenazan con boicotear los actos de Calderón y este último sigue escondido, ¿cuándo aparecerá?